viernes, 19 de octubre de 2007

Aun no es tarde, aun hay tiempo

Por Sara C.


Una flor se hizo eco como existencia de vida,

y alivió con su aroma medicinal el ambiente que gemía.

Sus tallos y sus hojas fueron energía deslumbrante,

y su polen fue sembrado con el viento en todo el valle.

Aun no es tarde, se decía,

aun hay tiempo repetía.

Y alzó todas sus hojas como brazos protectores,

sintiendo que bañaba e iluminaba con colores

todo el campo calcinado por la humanidad sin nombre.

Aun no es tarde, se decía,

aun hay tiempo repetía.

Y sus raíces se extendieron entre la tierra quemada,

se formaron como venas que irrigaron las entrañas.

Y nuevamente rebrotó en todo el valle la vida,

sin dejarse amedrentar por la urbe enemiga.

Aun no es tarde se decía,

aun hay tiempo repetia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Sara, tienes muchas creatividad y mezclada con mucho compromiso. Sigue así amiga! Erika

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